CONCLUSIONES

 

 

A pesar de abogar por una escuela de tipo inclusivo y compartir las ideas más representativas de esta escuela, a medida que hemos ido desarrollando este proyecto, nos damos cuenta que son múltiples, las trabas que nos encontramos a la hora de llevar a cabo la inclusividad, presentada como un derecho de todos los niños, incluidos aquellos calificados como con Necesidades Educativas Especiales (NEE). Pretende pensar las diferencias en términos de normalidad (lo normal es que seamos diferentes) y de equidad en el acceso a una educación de calidad para todos. La educación inclusiva no sólo respeta el derecho a ser diferente como algo legítimo, sino que valora explícitamente la existencia de esa diversidad. Se asume así que cada persona difiere de otra en una gran variedad de formas y que por eso las diferencias individuales deben ser vistas como una de las múltiples características de las personas. Por lo tanto, inclusión total significaría la apuesta por una escuela que acoge la diversidad general, sin exclusión alguna, ni por motivos relativos a la discriminación entre distintos tipos de necesidades, ni por motivos relativos a las posibilidades que ofrece la escuela. Desde esta postura, el uso de espacios y tiempos separados para cualquier alumno en determinados momentos se niega por su carácter excluyente. Los principios de la escuela inclusiva están ideológicamente vinculados con las metas de la educación multicultural.

            Aún así, el perfil con el que nosotros hemos trabajado, era el de un niño segregado, pero analizando la problemática en concreto de este alumno y tras escuchar la opinión de los especialistas que lo atienden, estamos de acuerdo con ellos en que, hay casos como éste, en los que esta inclusividad, puede perjudicar el aprendizaje de conocimientos de tipo académico del alumno. Para salvar este problema, sin más remedio tiene que segregarse, ya que su atención es nula, y una sola docente no se puede hacer cargo de toda la clase, a la vez que le presta especial atención a este alumno.

            Nos dice la jefa de estudios que, ejercen la labor de inclusividad en el mayor número de horas de clase posibles, pero que no mejoran con ellos los resultados meramente académicos, aunque si por el contrario, aspectos como la socialización y la participación.